El vino espumoso Mantolán Brut Nature, creado artesanalmente a partir de las variedades de uva Macabeo y Chardonnay, se coloca como uno de los vinos referencia en nuestro país, especialmente en épocas señaladas como Navidad, donde el consumo de este tipo de vino es más común.
La elaboración de un vino espumoso tiene, a grandes rasgos, dos etapas: la preparación del propio vino y, después, la segunda fermentación que le proporciona esas propiedades únicas.
La primera etapa es recorrer todos los procesos de vinificación convencionales: la uva llega a la bodega y se estruja, generando una masa que contiene elementos líquidos y sólidos de la misma. Tras ello, en función del tipo de vino que se desee elaborar, se llevará esa masa a una prensa para separar el zumo de uva (o mosto) de la piel, la pulpa y las pepitas. El siguiente paso consistiría en la maceración y posterior fermentación. La fermentación es el proceso en el que se transforma el azúcar de la uva en alcohol y esta tarea la llevan a cabo las levaduras naturales existentes en el propio fruto, el ambiente o, también, levaduras extra el polvo que las bodegas añaden al vino para tener un mejor control en el proceso y, en consecuencia, el resultado final del vino. Por último, una vez hemos obtenido el producto y se le aplican los procesos finales de vinificación, ya podríamos hablar que tendríamos un vino apto para la comercialización.
La segunda etapa para la elaboración del espumoso consiste en realizar una segunda vez el proceso de fermentación. Una vez hemos elaborado el ‘primer vino’ y este se ha embotellado, se le vuelve a añadir azúcar y levaduras, se cierra herméticamente y se deja fermentar de nuevo. Durante esta fase, se generan gases que quedarán encerrados en la botella, lo que al final dotará al vino de ese rasgo especial. Cuando finaliza la fermentación, esos azúcares y levaduras añadidos dejan rastro, unos posos llamados ‘lías’, que los bodegueros eliminan para dejar el vino completamente límpido. Esto se hace poniendo las botellas en posición vertical invertida para que esos posos caigan hasta el cuello de la botella. Tras esto, se congela este cuello y se retira el tapón. Por acción de la presión contenida en el interior, estas lías saldrán despedidas junto con un poco de vino. Con la mayor rapidez posible tras haber expulsado las lías, se pone la botella en posición vertical para evitar que se siga perdiendo más vino del inevitable y este líquido perdido se rellena con vino lo más parecido posible al original.
En función del azúcar que lleve este licor extra, el espumoso también tendrá diferentes catalogaciones, desde el más seco (sin azúcares) al más dulce. En el caso de Mantolán, este es catalogado como Brut Nature, es decir, el más seco de la escala, ya que se le añade el mismo vino base que al comienzo de la elaboración, sin azúcar extra.
Como resultado de este viaje, el consumidor podrá disfrutar de un vino fresco, muy sabroso y afrutado, rematado con la sensación agradable que las burbujas del carbónico dejan en boca. Si quieres conocer más detalles técnicos sobre nuestro Mantolán Brut Nature, te recomendamos que consultes la nota de cata.
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