Las levaduras en la fermentación del vino

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Cuando hablamos de la elaboración del vino, uno de sus momentos clave sin duda es la fermentación que consiste en la transformación del azúcar presente en la uva en alcohol y aromas. En definitiva la fermentación es en la que el mosto (o zumo de uva) se convertirá en vino.

Esta fase de fermentación no podría tener lugar sin las levaduras, las encargadas de llevar a cabo este proceso, pero… ¿qué son?, ¿qué papel juegan?, ¿cómo actúan? Estas y más cuestiones te las desvelamos a continuación.

¿Qué son las levaduras?

Antes de explicar cómo intervienen las levaduras en la fermentación, primero hemos de saber qué son. Las levaduras son microorganismos unicelulares presentes en diversos lugares: en la propia uva, en el viñedo y/o en la bodega. Por tanto estamos hablando de microorganismos naturales (que también llegan al mosto de forma natural) y que su cometido es degradar los azúcares del mosto obteniendo de ellos diferentes productos: alcohol del vino, etanol, dióxido de carbono, etc.

Sin entrar en demasiados detalles, podemos decir que existen muchos tipos de levaduras en la naturaleza, y todas coexisten durante la fermentación, pero la más famosa entre la enología es la Saccharomyces cerevisae ya que es la que sobrevive a todo el proceso y es la más utilizada para garantizar la mejor calidad del vino. En este punto seguro que al hablar de levaduras ya has pensado en el pan, ya que es el alimento donde normalmente escuchamos más frecuentemente este nombre y es que efectivamente la Saccharomyces también es la levadura responsable en el proceso de la elaboración del pan, por lo que estamos hablando de un protagonista muy importante de algunos de los productos básicos de nuestra dieta diaria.

Las levaduras en la fermentación

En ese viaje para la elaboración del vino es vital saber cómo se van a utilizar estas levaduras para garantizar que la fermentación finaliza con éxito. El inicio de la fermentación se da de forma automática, ya que solo con el paso del tiempo las levaduras se activan y comienzan a fermentar ese azúcar en alcohol. Sin embargo es posible que las levaduras autóctonas existentes en el propio mosto no sean capaces de fermentar por sí solas la totalidad del compuesto. Es por ello que es muy frecuente el uso de levaduras comerciales, añadidas en forma de polvo al proceso de fermentación.

Es muy importante recalcar que estas levaduras no son compuestos químicos antinaturales, sino que son exactamente las mismas levaduras presentes en la uva, totalmente naturales. Esto permite a las bodegas tener un control más exhaustivo sobre la fermentación, ya que se irán añadiendo levaduras al proceso en función de sus necesidades, asegurando la completa fermentación del vino.

Además de esto. la labor de la bodega y los enólogos es controlar todos los factores que puedan afectar a este proceso: temperatura, nutrientes, tiempo de fermentación, etc. Todo ello al final dará como resultado un vino de la calidad buscada.

 

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Mantolán, entre los espumosos imprescindibles para Navidad

Mantolan espumoso Navidad

La revista Alimentos ha publicado recientemente su elección de los 10 espumosos manchegos imprescindibles para Navidad y Mantolán Brut Nature, elaborado en nuestra bodega, se ha colado entre ellos.

Elaborado de manera artesanal con uvas macabeo y chardonnay, Mantolán se consolida en Navidad como una opción segura entre los amantes del vino espumoso, ya que acompaña y redondea cualquier evento que compartamos con nuestra familia o amigos. Como resalta el propio artículo: «A la hora de la comida, los típicos arroces, platos de cuchara, una ensalada o por qué no, una caldereta de cordero. Por supuesto el pescado y marisco acompaña a la perfección«.

Nota de cata

«Amarillo limón con reflejos oro. En nariz recuerdos de manzana asada, sutil caramelización, frutos secos y lía fina. En boca burbuja abundante que deja picor de entrada dando paso a buena acidez con sensación de efervescencia y sutil amargor. En retrogusto sobresale el recuerdo de frutos secos (nuez) y limón maduro». 

 

Si quieres saber más sobre lo que Alimentos ha comentado sobre nuestro vino y los de las demás bodegas, aquí podrás consultar el artículo completo.

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Así elaboramos el vino espumoso Mantolán Brut Nature

El vino espumoso Mantolán Brut Nature, creado artesanalmente a partir de las variedades de uva Macabeo y Chardonnay, se coloca como uno de los vinos referencia en nuestro país, especialmente en épocas señaladas como Navidad, donde el consumo de este tipo de vino es más común.

La elaboración de un vino espumoso tiene, a grandes rasgos, dos etapas: la preparación del propio vino y, después, la segunda fermentación que le proporciona esas propiedades únicas.

Mantolán Brut Nature

Vino espumoso Mantolán Brut Nature

La primera etapa es recorrer todos los procesos de vinificación convencionales: la uva llega a la bodega y se estruja, generando una masa que contiene elementos líquidos y sólidos de la misma. Tras ello, en función del tipo de vino que se desee elaborar, se llevará esa masa a una prensa para separar el zumo de uva (o mosto) de la piel, la pulpa y las pepitas. El siguiente paso consistiría en la maceración y posterior fermentación. La fermentación es el proceso en el que se transforma el azúcar de la uva en alcohol y esta tarea la llevan a cabo las levaduras naturales existentes en el propio fruto, el ambiente o, también, levaduras extra el polvo que las bodegas añaden al vino para tener un mejor control en el proceso y, en consecuencia, el resultado final del vino. Por último, una vez hemos obtenido el producto y se le aplican los procesos finales de vinificación, ya podríamos hablar que tendríamos un vino apto para la comercialización.

La segunda etapa para la elaboración del espumoso consiste en realizar una segunda vez el proceso de fermentación. Una vez hemos elaborado el ‘primer vino’ y este se ha embotellado, se le vuelve a añadir azúcar y levaduras, se cierra herméticamente y se deja fermentar de nuevo. Durante esta fase, se generan gases que quedarán encerrados en la botella, lo que al final dotará al vino de ese rasgo especial. Cuando finaliza la fermentación, esos azúcares y levaduras añadidos dejan rastro, unos posos llamados ‘lías’, que los bodegueros eliminan para dejar el vino completamente límpido. Esto se hace poniendo las botellas en posición vertical invertida para que esos posos caigan hasta el cuello de la botella. Tras esto, se congela este cuello y se retira el tapón. Por acción de la presión contenida en el interior, estas lías saldrán despedidas junto con un poco de vino. Con la mayor rapidez posible tras haber expulsado las lías, se pone la botella en posición vertical para evitar que se siga perdiendo más vino del inevitable y este líquido perdido se rellena con vino lo más parecido posible al original.

En función del azúcar que lleve este licor extra, el espumoso también tendrá diferentes catalogaciones, desde el más seco (sin azúcares) al más dulce. En el caso de Mantolán, este es catalogado como Brut Nature, es decir, el más seco de la escala, ya que se le añade el mismo vino base que al comienzo de la elaboración, sin azúcar extra.

Como resultado de este viaje, el consumidor podrá disfrutar de un vino fresco, muy sabroso y afrutado, rematado con la sensación agradable que las burbujas del carbónico dejan en boca. Si quieres conocer más detalles técnicos sobre nuestro Mantolán Brut Nature, te recomendamos que consultes la nota de cata.

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